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ENTREVISTA A LACHEZAR ABRAMOV

El primer largometraje del director búlgaro Lachezar Avramov, A Picture with Yuki, se estrenó en la sección principal del Festival Internacional de Cine de Sofía en marzo, y acaba de proyectarse en la 37ª edición del Festival Internacional de Cine Golden Rose, organizado por el Centro Nacional de Cine de Bulgaria. El evento es un escaparate para las mejores películas búlgaras de la actualidad. Avramov habla sobre trabajar con actores amateurs y actrices gitanas, y de la mezcla de energía que hubo en esta película.

Cineuropa: ¿Cómo llegaste a dirigir esta primera colaboración entre Bulgaria y Japón? Lachezar Avramov: Bueno, la película no estaba planeada como una coproducción con Japón. En realidad, Kiki Sugino y Kosuke Ono [los coproductores japoneses de la película] leyeron el guión, les gustó mucho y tuvieron la idea de coproducir la película. Empezamos a trabajar en el proyecto hace unos 12 años… Es demasiado para una película, pero así es la vida. Leí el relato de Miroslav Penkov en que se basa la película casi el mismo día que salió a la venta y me enamoré de la historia y de los personajes. Contacté con Miroslav, después se unió Dimitar Stoyanovich, y empezamos a trabajar en el guión. Y aquí estamos, siete años después.

Trabajaste con actores no profesionales de la comunidad gitana. ¿Cómo fue trabajar juntos? Los actores, por supuesto, fueron un desafío. Sabíamos desde el principio que las particularidades de la historia no nos permitirían trabajar con actores profesionales en la mayoría de las escenas. Es importante mencionar a nuestra directora de casting, Jovana Ilieva. Hizo un magnífico trabajo y gran parte del resultado y de la forma de la película se lo debemos a ella. Pero fue un proceso muy duro. Ensayamos mucho con los personajes principales y, para mí, los actores no profesionales son el gran acierto de la película.

En cuanto a la mujer japonesa protagonista, ¿crees que nos entendemos mejor a nosotros mismos cuando nos vemos a través de los ojos de una persona que pertenece a una cultura diferente a la nuestra? ¿O quizás nos volvemos ciegos hacia las cosas que vemos cada día?

El personaje era japonés en la historia original. En realidad, es un poco autobiográfica para Miroslav [Penkov], ya que él está casado con una mujer japonesa en la vida real. Pero esa mezcla extraña me gustó desde el principio: un hombre búlgaro casado con una mujer japonesa en un pueblo lleno de gitanos. Me pareció poco común y las posibilidades eran infinitas. El choque de culturas, de perspectivas… El hecho de que reaccionemos de formas diferentes a problemas similares debido a nuestra crianza, con independencia de si somos “buenas” personas o no. Y, por supuesto, ver nuestra realidad a través de los ojos de un extranjero era muy tentador.

Tu película se proyectó en Sofía en marzo, y se estrenó en abril. ¿Dirías que abrió un debate sobre los prejuicios de la sociedad búlgara hacia los gitanos?

En realidad, me alegra que el público sea capaz de mirar más allá del “conflicto social” de la historia y mire el tema real de la película. Por supuesto, algunas de las reacciones fueron: “Esto es propaganda gitana” o “Has hecho quedar mal a los búlgaros”, pero muchas de las personas con las que he tenido la oportunidad de hablar parecían muy conmovidas por la sinceridad de la película y su temática principal: el perdón, la humildad y, sobre todo, perder nuestra conexión con Dios. Que la película haya hecho pensar a mucha gente es, sin duda, un cumplido para mí como director.

¿Cómo describirías el proceso de hacer una primera película en Bulgaria? Hacer películas es muy, muy difícil. Existe esa idea de que grabar una película es una experiencia divertida, desenfadada y alegre, llena de actrices promiscuas y fiestas. En realidad, es todo lo contrario: una eterna batalla contra el tiempo, el clima, el carácter de varias personas y problemas de todo tipo. Es un proceso muy complicado y preciso que requiere una concentración inmensa, y fortaleza física y psicológica. Creo que cualquier persona que haya pasado más de un día en un set de grabación puede confirmarlo.

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